Una cornisa es un elemento arquitectónico que se utiliza para decorar y definir la transición entre la pared y el techo en una estructura. Esta moldura tiene la función de embellecer y añadir detalle a la arquitectura interior o exterior de un edificio.
En términos de diseño, las cornisas pueden variar en estilo y complejidad, desde simples líneas rectas hasta elaboradas formas y tallas decorativas. Tradicionalmente, se han utilizado en una amplia gama de estilos arquitectónicos, desde el clásico hasta el moderno, y pueden ser una característica distintiva que realza el carácter y la elegancia de una habitación o fachada.
Además de su función estética, las cornisas también pueden tener propósitos prácticos. Por ejemplo, pueden ocultar imperfecciones en la unión entre la pared y el techo, proporcionar un acabado limpio y definido, e incluso servir como canal para la instalación de sistemas de iluminación integrados o para ocultar cables eléctricos.
En cuanto a su instalación, las cornisas suelen ser relativamente fáciles de colocar, especialmente si se utilizan materiales ligeros como el poliestireno. Esto permite una rápida transformación del aspecto de una habitación sin necesidad de realizar grandes obras o inversiones costosas.
En resumen, una cornisa es mucho más que un simple elemento decorativo; es una parte integral del diseño arquitectónico que puede agregar carácter, sofisticación y funcionalidad a cualquier espacio.